Año XXXII Nº 54
Marzo-Abril, 2004
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Nota editorial

Tapa espMientras Japón sigue acarreando un déficit presupuestario de 7.7% del PBI, Estados Unidos se ha permitido este año un déficit de casi un 5% de su PBI. Este país pasó vertiginosamente de un superávit de U$S 237.000 millones en el año 2000 a un déficit de U$S 374.000 millones en el 2003 debido mayormente al plan republicano de reducción de impuestos y al aumento de los gastos de defensa, que ya superan a los de la guerra de Vietnam en 1967. Recientemente se anunció que el déficit para el año 2004 será de U$S 521.000, cifra récord en la historia de ese país.

Las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso sugieren que el déficit se mantendrá hasta el año 2011, alcanzándose un desequilibrio de U$S 1.397.000 millones en el período fiscal 2004-2013. El Instituto CATO advirtió sobre el peligro de endeudar a generaciones futuras y el propio FMI advirtió al gobierno que deberá controlar esos desequilibrios para que el déficit no se transforme en estructural, genere inflación y ésta deba ser combatida con un aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, como ya ha ocurrido en otras oportunidades. Esto generaría, además de una fuerte recesión en los Estados Unidos, consecuentemente mayores dificultades para los países fuertemente endeudados como Argentina, Turquía y Brasil.

La Unión Europea, principal competidor de los Estados Unidos, ha logrado aumentar la fortaleza del Euro gracias a una, hasta hace poco, estricta política fiscal y a la debilidad del dólar debido a los problemas mencionados. Las previsiones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento estipulaban que los países de la eurozona debían mantener sus déficits presupuestarios por debajo del 3% del sus PBI. Alemania y Francia, los países más fuertes del bloque, no pudieron evitar, sin embargo, sobrepasar esa cifra para permitirse déficits superiores, lo que generó una fuerte reacción par parte de resto de los miembros de la UE.

Algunos analistas, sin embargo, ya advierten acerca de la «desintegración» de la moneda europea antes del 2010 debido a las consecuencias que tendrá sobre los presupuestos públicos la crisis de los costosos sistemas provisionales que tienen muchos de los países de la Unión Europea. ¿Cómo se podrá cumplir con los pactos de estabilidad y mantener déficits presupuestarios menores al 3% del PBI con los presupuestos presionados de tal manera?

También Estados Unidos enfrentará un problema similar a largo plazo por el incremento de los costos de servicios de salud y de los sistemas provisionales debido al envejecimiento de la población. Se calcula que cuando la próxima generación llegue a jubilarse, el superávit de los fondos de jubilación del Estado, que actualmente contribuye a subsidiar el gasto público federal con más de U$S 250.000 millones anuales, desaparecerá y que los costos del sistema de salud aumentarán sideralmente.

Estas consideraciones están hablando de la necesidad de que los gobiernos presenten con cada presupuesto anual una seria y responsable evaluación a largo plazo para asegurar la sostenibilidad fiscal y neutralizar la tendencia a manipular cifras y recursos con fines políticos a corto plazo. Los artículos que se incluyen en el presente número de la Revista Internacional de Presupuesto Público están vinculados a esta compleja problemática.

En un artículo titulado «Sistemas de retiro y beneficios para empleados públicos», Werner Paul Zorn brinda un panorama de los casi 9.000 sistemas de retiro de empleados públicos administrados por gobiernos locales y estaduales -incluidos tipos de beneficio y administración del plan- y describe las características organizativas, legales, actuariales, contables y de inversión de los planes públicos de pensiones que se distinguen de otras áreas del financiamiento local. Zorn concluye con algunas predicciones para el futuro, dadas las tendencias demográficas y económicas corrientes.

En un trabajo que lleva por título «El agotamiento del modelo boliviano», Carlos Jahnsen Gutiérrez y Eduardo Pando sugieren que la deteriorada situación fiscal generada a lo largo de los noventa y agudizada en los últimos años debido a impactos externos producidos por las macro-depreciaciones de sus principales socios comerciales y la incapacidad del actual sistema monetario, han dejado a Bolivia sin instrumentos de política fiscal y monetaria en medio de un círculo vicioso caracterizado por una escasa actividad económica, la apreciación de su moneda y la sistemática pérdida de divisas.

Por último, para controlar la sustentabilidad fiscal, Enzo Croce y V. Hugo Juan Ramón han escrito un documento importante titulado «Evaluación de la sustentabilidad fiscal: comparación entre países», en el cual proponen un algoritmo recursivo derivado de la ley del movimiento de la relación deuda/PBI, sujeto a una función de reacción del gobierno, que vincula la convergencia hacia el coeficiente de endeudamiento proyectado con los excedentes fiscales primarios.

La Asociación Internacional de Presupuesto Público tiene entre sus objetivos difundir las nuevas técnicas y teorías presupuestarias que seguramente facilitarán la tarea que deberán realizar con responsabilidad y conocimiento quienes tienen a su cargo el gerenciamiento del sector público frente al gran desafío planteado.