Año XVII Buenos Aires, Argentina Nº 23
Octubre 1989

Tapa espCualquier organización -con o sin fines de lucro- debe definir claramente sus objetivos, los cuales, la mayoría de las veces, están identificados en sus Estatutos u otros documentos de similar categoría jurídica.

En el caso de la ASIP, el Título I, Capitulo II, Artículo 2 de sus Estatutos, explicita su Objeto, y a los efectos del tema que nos ocupa, cabe señalar, entre sus distintos aspectos, los siguientes: «estimular el intercambio de publicaciones y experiencias entre técnicos y funcionarios de los países miembros; actuar como organismo de difusión y aplicación de nuevas técnicas; realizar investigaciones en el campo de la administración presupuestaria…»

El cumplimiento de estos propósitos, plantea un problema caracterizado, por lo menos, en dos dimensiones: la distancia que separa a nuestros miembros, propia de la naturaleza de nuestra Asociación, y la elección entre distintas alternativas para superarla (reuniones, comunicaciones telefónicas, télex, correspondencia postal, etc.) que, obviamente, representan costos diferentes.

El avance técnico brinda cada vez mejores posibilidades de reducir la distancia, pero los costos siempre son un importante factor a atender en el momento de las decisiones. En general, se recurre a todos los medios para comunicarnos, pero indudablemente la dosificación o combinación, entre estos, se realiza en función del costo.

Un modo regular y sistemático de comunicación/difusión, son las publicaciones. Como es de todos conocido, contamos con dos: el Boletín y la Revista Tienen propósitos distintos, pero complementarios. El Boletín brinda información sobre el quehacer presupuestario en general, y de la Asociación en particular. La revista es un medio de difusión-actualización especializado en nuestra materia. Cumple el importante rol -para cualquier disciplina- de difundir trabajos académicos que exponen hipótesis, teorías, experiencias, que así son conocidos y permiten su cuestionamiento.

Este sano propósito no deja de tener restricciones, que muchas veces afectan la periodicidad de la publicación, así como la cantidad de ejemplares que se imprimen.

Por un lado, significa un esfuerzo constante por mantener un nivel de excelencia académica en su contenido, lo que supone un proceso de selección de artículos, a través de su cuidadosa lectura, y de su calificación en atención al interés y novedad de la temática, rigor científico, claridad de exposición, y extensión.

Por otro lado, un esfuerzo económico traducido en costos de impresión y distribución por correo, muchas veces con el desalentador resultado de comprobar que algunos envíos no llegan a destino.

Se ha planteado la sugerencia de ampliar el número de destinatarios y, paralela y consecuentemente, la cantidad de ejemplares distribuidos. Sin embargo, esta sugerencia colisiona con nuestras restricciones financieras, derivadas de que los aportes a la Asociación son cumplidos solo por algunos de sus miembros, y en forma no regular.

Hasta tanto esta situación se supere, una solución práctica consisten en que las Asociaciones Nacionales y Direcciones de Presupuesto desempeñen un importante rol, reimprimiendo o foto duplicando los ejemplares que reciban, ampliando considerablemente el número de beneficiarios; dentro de sus jurisdicciones.

Esta alternativa se plantea respondiendo al aserto de la Teoría Administrativa que sostiene que la consecución de los objetivos organizacionales, nunca es el fruto de la tarea aislada de los responsables de su conducción. Estos pueden definirpolíticas, líneas de acción, motivar y orientar, pero todo ello solo es una parte, muy importante si se quiere, pero insuficiente si los miembros no están identificados con esos propósitos, y empeñan en el firme deseo de conseguirlos, su voluntad, empuje e imaginación, y además, en organizaciones no lucrativas, deben estar imbuidos de una mística movilizadora.